Hola a todos, me llamo Daniel y soy uno de los 75 becados por las fundaciones Barrié y Amancio Ortega para cursar un año académico en los Estados Unidos.
Este blog está destinado a compartir todas mis experiencias vividas día a día al otro lado del charco.

"Espero que os guste y que disfrutéis como si lo vivierais vosotros mismos "

sábado, 23 de enero de 2016

Superando el frío

Hace un siglo que no escribo por aquí y la verdad es que ahora me apetecía bastante. He estado increíblemente ocupado desde principios de Enero y por eso no he publicado nada.
Continuando con mi entrada anterior, mis Navidades fueron increíbles, totalmente americanas, y ahora tocaba pasar el Fin de Año.
Fin de año aquí fue un poco extraño, pero divertido igualmente. A las cinco de la tarde, más o menos, quedé con mi familia para hacer Skype y tomar las uvas juntos. Desafortunadamente las campanadas ya habían pasado cuando pudimos conectarnos y no pude disfrutar un año más de Igartiburu y compañía.
En vez de uvas tuve que utilizar cereales de colores
Después de hablar con toda la familia decidí continuar con mi vida al otro lado del charco.
No tenía ni idea de lo que íbamos a hacer aquella noche y al final terminamos invitando a bastantes amigos a casa y pasar el rato. No te creas que la gente iba muy arreglada y en traje, si no que todos iban en chándal... menos yo, que se me dio por ponerme una camisa Hawaiana y un collar de flores para fin de año. Lo mejor de Estados Unidos es que te pongas los que te pongas nadie te va a decir nada.
La gente iba llegando y nosotros seguíamos preparando todo para la ocasión: pizza y brownies para comer, maquina de granizados, mesa de ping pong y programar la tele grande del sótano.

El resumen de la noche fue básicamente un puñado de gente comiendo y bebiendo porquería, mientras jugaban al ping pong, con la música que retumbaba la casa y viendo al mismo tiempo la Final Nacional de Football universitario. Yo creo que el único momento en el que cambiamos de canal fue para ver la famosa bola de Times Square marcar el año nuevo.

Al final de la noche todos acabamos rendidos y durmiendo en el suelo o en los sofás.





Estuve todo el día siguiente durmiendo como una marmota y recuperando energía.


Un experiencia increíble sin duda, pero esto no acaba aquí. Entrábamos en el 2016, ya es Enero, lo cual significa frío, mucho frío. La acumulación de nieve en el pueblo ya es considerable y muchas veces ni podemos salir de casa.
Las temperaturas han bajado de repente, sin preguntar, y nos ha pillado a todos en cueros. La temperatura media este mes han sido aproximadamente -25°C, habiendo días que llegaba hasta los -35°C o menos -38°C como el peor día. Una vez que sobrepasas la barrera de los treinta bajo cero ya da igual un grado arriba o un grado abajo. De hecho la gente solo quería que se llegara a cuarenta bajo cero para que cancelen las clases... porque los peques se congelan en la parada de bus!
Una de las sensaciones más extrañas que he vivido hasta ahora tiene relación con el frío extremo: yo lo llamo, congelación nasal, y es algo que pasa cada vez que sales a la calle.
Las temperaturas son tan bajas que cada vez que sales a la calle, las fosas nasales se te congelan, de tal modo que todos los pelos que tienes en la nariz parecen estalactitas y estalagmitas. Lo más gracioso es que los mocos también se congelan y notas como bolitas y pinchos en tu nariz. Una de las sensaciones más gratificantes es meterte un dedo en la nariz y notar como si rompieras cristal.


Otra de las cosas que tenía que hacer sin duda era un muñeco de nieve. No me salió lo que se dice espectacular pero como primer snowman está bien. En casa le hemos puesto nombre y todo... lo hemos llamado:  "the fat dwarf ", o en español "el enano gordo".


Como os he dicho, he estado muy muy ocupado, ya que la pasada semana tuvimos todos lo exámenes finales del semestre y un montón de partidos de baloncesto.
El segundo semestre ya ha comenzado, lo que significa que hay algunas clases que cambian. Hasta ahora, una de mis clases favoritas es educación física sólo para chicos, en el que jugamos al famoso dodgeball (balón prisionero) de las películas americanas... o podríamos considerarlo como una variante del brilé gallego. Otra cosa genial de la clase es que dos días a la semana vamos todos a la bolera, y nos enseñan a jugar a los bolos. Nada que ver con las aburridas clases de educación física en España, dando vueltas en círculos.

La sección de estudiantes pasándolo bien durante un tiempo muerto de un partido de baloncesto


Creo que hasta aquí son todas las novedades, afortunadamente ahora tendré más tiempo para dedicarlo al blog y seguiros contando de todo. La semana que viene empezamos el Winter Carnival, semana en la que cada día, tendremos que ir vestidos de un tema y finalizará el Viernes con el baile de Invierno. Promete ser una semana interesante y también me gustaría compartirlo en el blog.


Un fuerte abrazo a todos desde la gélida Tundra de Wisconsin.