Hola a todos, me llamo Daniel y soy uno de los 75 becados por las fundaciones Barrié y Amancio Ortega para cursar un año académico en los Estados Unidos.
Este blog está destinado a compartir todas mis experiencias vividas día a día al otro lado del charco.

"Espero que os guste y que disfrutéis como si lo vivierais vosotros mismos "

miércoles, 18 de enero de 2017

It's not a Year in your Life, it's a Life in a Year

Exchange is not a trip or vacation.

When you say you're going away on an exchange for a semester or even a year people usually say stuff like "that's a long vacation" or "so you will be traveling for a year?". Is it really so hard to understand that it is not a vacation AT ALL? We live a second live. It's like you turn off your life at home and go away to live a second and different one. Exchange is not a trip or a vacation. I'm not saying you won't travel, of course you will. You will visit many different places but thats just a consequence of everything else and not the main thing. You'll be able to experience something that's totally the opposite of what you're used to. The memories you make are way bigger than you ever did in your home country. You'll have a new family, new friends, new school or even a new job. Everything is new. Everything is different. And that's what's so cool about doing an exchange. You sleep for a year in your home country and it feels like you're dreaming this whole time. When you "wake up" everything will be just the same at home and the difference will be on you. In an exchange you will be able to know the real you, you will be able to figure out things about you that you would never be able to if you were home. You will grow up a lot and way faster than you ever did, you will get out of your box and see the world not just from a window but outside of it. Exchange is a second life, not a trip or vacation. It's not a year in your life but a life in a year. You will learn so much, you will see people how they truly are and you will be able to accept that fact and not just complain about it. Exchange is not a trip or vacation, at all.


viernes, 3 de junio de 2016

Muchas Novedades

Llevo exactamente dos meses sin escribir nada en el blog y ya empezaba a sentirme un poco mal por no haber dado señales de vida. Parece que cuanto más tiempo paso en los Estados Unidos, más ocupado estoy... y no me quejo.
La verdad que que esto de seguir un blog al día es muy dificil, sobre todo por los exámenes o competiciones deportivas. Sinceramente, escribir una entrada da mucha pereza y más cuando hay planes tan suculentos como ir de pesca, jugar al golf o ir otras ciudades con los amigos. 

El mes de abril fue sin duda un mes raro. Los profesores ya ni ponian examenes porque todo el mundo estaba obsesionado con Prom, el baile de final de curso.
Al principio aún estaba bien: ir de compras, probarte trajes cada cual más ortera, ver que el traje haga juego con el de la pareja y etc. Pero al final todo acaba cansando: que si las flores, que si limusina, que si restaurante italiano... a mi al final ya me daba un poco igual. Yo creo que si hubiera ido al médico me dirian que soy "promalérgico".
El caso es que tras un mes entero de planificación, habia llegado el día tan esperado.
A las 11 de la mañana tocaba ronda de fotos con la pareja (en mi caso Samantha, o Sam como nos gusta llamarla). Empezamos a hacer las fotos en su casa y luego fuimos a un parque a hacernos las fotos de grupo.


Josh con traje y zapatillas deportivas a juego






Despues de la sesion de fotos fuimos a comprar helados para todo el grupo


Y a la tarde nos fuimos en limusina a Wausau a cenar en un buen restaurante italiano.

Una vez de vuelta, ya eran sobre las 9 de la noche, fuimos directos al instituto donde se celebraba el baile. Todo estaba decorado con temática de Las Vegas y la verdad es que estaba muy muy bien.
Despues de algunas canciones y de que el sitio se empezara a llenar, se celebró lo que aquí se llama Prom Court, es decir, la ceremonia para escoger al Rey y a la Reina del baile.
De entre toda la clase junior del instituto se apuntaron unas 30 parejas para formar parte de la corte, y como no, yo también me tenía que apuntar. Durante las clases en la semana de Prom, todos los alumnos del instituto votaron a sus 10 parejas favoritas. Casualmente Sam y yo salimos escogidos y por lo tanto formábamos parte de la ceremonia en el baile.



Afortunadamente no salimos elegidos como los reyes del baile, y digo afortunadamente porque no me hacía mucha gracia eso de bailar un par de canciones lentas delante de todo el instituto.
Despues de la ceremonia, apagaron las luces de nuevo y continuaron con la fiesta.


No podía faltar una foto con el Rey del baile

El baile terminó a media noche pero la fiesta de Prom aún seguía. Cogimos el coche y fuimos a la bolera donde organizaban el Post Prom
Fuen una aunténtica locura porque a ver donde metes tú a 600 alumnos, mas miembros de la organización, mas agentes de seguridad todos en una bolera. (Vale que en Estados Unidos son muy grandes pero el sitio estaba a reventar)
Pues Post Prom estaba lleno de juegos, maquinas recreativas, comida gratis, sorteos... y como no, partidas de bolos gratis.
Una de mis zonas favoritas era el PhotoBooth, donde te podías hacer fotos muy divertidas con tu grupo de amigos.


Post Prom terminó a las 3 de la madrugada y casi no podía ni caminar con toda la comida que había tomado, y todos los premios que había ganado (los premios me colgaban de los bolsillos y los tenía que llevar en brazos).

Y para terminar la noche, nos fuimos todo el grupo de amigos a casa de Josh a hacer un buen fuego, acompañado con un poco de fruta, nubes y chocolate caliente. A las 7 de la mañana y ya medio zombies todos, decidimos apagar el fuego e irnos a los sofas del sótano de la casa a dormir. Nos despertamos unos encima de otros.

En estos meses también he hecho muchas otras cosas, como por ejemplo aprender a jugar a golf. Deporte que me parecía bastante aburrido y que al final es muy divertido. Con más o menos acierto terminábamos todos los hollos.


Otro gran plan en Wisconsin es hacer Kayaking en alguno de los muchos lagos del Estado.

Con el instituto también he tenido que hacer alguna salida. Una de ellas, que además contaba como servicio comunitario, era ir a la presa de Medford ha soltar un mogollón de truchas de distintas especies. Y allá fuimos!



Y sin duda una de las cosas más importantes del mes pasado fue celebrar mi cumpleaños. Un cumpleaños poco común, ya que estaba fuera de casa, a miles de kilómetros de la familia y amigos. Fue raro, no os voy a engañar, no parece como si fuera tu cumpleaños pero bueno, que me hacía mucha ilusión también celebrarlo con mis amigos americanos.
Mi profesor de bioingeniería me trajo dos tartas por sorpresa a clase. Una para los compañeros y otra sólo para mí.

La fiesta de cumpleaños la celebramos esa noche en el sótano de casa. Fue una noche muy divertida.

Las clases se han terminado justo hoy. Por un lado me alegra porque ha llegado el verano, pero por otro lado tampoco quería que se acabara el curso ya que hay mucha gente a la que no voy a volver a ver más. Es una pena. Pero desde luego, este ha sido un curso escolar de 10, inigualable. Ahora toca divertirse en mi verano americano.

Por hoy ya me ha sido suficiente y no tengo más fuerzas para escribir. La verdad es que sienta bien estar de vuelta en el blog. Seguiré informando.

Besos y abrazos.

domingo, 3 de abril de 2016

Welcome to the Windy City!

Uno de mis sueños desde que estoy en Estados Unidos es ir a la ciudad de Chicago, y el pasado fin de semana, mi sueño se hizo realidad. Sin duda gracias a la Familia Zepeda (tienen apellidos mexicanos pero no tienen ni idea de español) Linda, la madre que fue la que me invitó, y los dos hijos, Isaac y Mercedes. Y así es como fue:
Me levanté a las 7 de la mañana, desayuné rápido  y esperé unos 10 minutos a que la familia Zepeda me recogiera con el coche.
El coche estaba más que preparado: mantas, almohadas, snacks, bebidas... para aguantar las más de cinco horas de viaje (un viaje cortito según los americanos).
No tardamos más de cinco minutos en hacer la primera parada, en County Market. Para mi sorpresa, pararon allí para comprar sprays de pimienta... en ese momento dudé si me iba a Chicago o al Bronx. 
Sin hacer ningún comentario, volvimos al coche y embarcamos rumbo a Chicago, la ciudad del Viento.

Ahora sí, la primera parada de verdad la hicimos a medio camino, llevabamos 2 horas y media en el coche. Fue una parada rápida, ir al baño, correr un poco y vuelta al coche.
Llevabamos 4 horas y media de viaje y por fin llegamos al Estado vecino, Illinois. Una vez pasada la zona de peajes, paramos de nuevo en el puesto oficial de información de Illinois para coger algunos folletos, un mapa e ir de vuelta al baño.



La travesía continuaba, y nuestro destino cada vez más cerca. Entramos en las afueras de la ciudad de Chicago, donde se concentran los mejores barrios con las mejores casas. Pero aún nos quedaba otra hora más de coche para ir de las afueras al Downtown de la ciudad.
Tras 6 horas de viaje en coche, empezamos a divisar a lo lejos todos los rascacielos. Habíamos llegado:

¡Chicago, allá vamos!









Rascacielos de Donald Trump






Una vez dejado nuestras maletas, nos fuimos a comer a un restaurante temático, que parece que comes en medio de la jungla.






Esto fue lo que comí
La comida era estilo Hawaiana

Una vez terminado de comer, salimos del sitio, y empezó a diluviar. Tuvimos que volvernos al hotel.



El resto de la noche la pasamos bañándonos en la piscina

A la mañana siguente nos levantamos bien pronto para aprovechar todo el día. Bajamos a desayunar al Starbucks del hotel y nos preparamos para salir.
Mi favorito
Frappuccino con miel caramelizada





Gracias por la beca Tito Amancio




Cuando vas caminando por Chicago, es cuando de verdad te das cuenta de por qué la llaman la ciudad del viento. La mayor parte del tiempo es una brisa fría e incómoda que siempre está ahí. Otras veces son ventiscas fuertes que te tiran. 


Una vez visitados varios puntos emplemáticos de la ciudad, nos fuimos de compras. Primera parada: el segundo Macy's más grande de Estados Unidos.
En Macy's, de casualidad, tuve el privilegio de conocer a un McDonald's All American, es decir, uno de los mejores jugadores de baloncesto de instituto de los Estados Unidos. Alterique fue muy majo conmigo e incluso quiso intercambiar algunas redes sociales. De lo único que me arrepiento es de no haberme sacado una foto con el...

Visita a la tienda de Lego




Tienda de Under Armour



Visita al palacio de la pimienta




Isaac y yo nos atrevimos a tomar un poquito (y con un poquito no me refiero a más de una gota pequeña) de salsa de guindilla fantasma... pensé que nos moríamos en el acto. Me empezó a entrar un calor en el cuerpo y notaba como la lengua me ardía y la garganta se me iba cerrando. Mientras tanto, la dependienta se meaba de la risa con nosotros. Tras unos minutos de recuperación, conseguimos salir de la tienda, y afortunadamente salimos riendo.





También teníamos ganas de dulce así que nos fuimos a la tienda de Hersheys. Lo mejor es que toda la tienda olía a chocolate.






Terminó la sesión de compras y abrió el sol, momento perfecto para sacar más fotos.




Después de comer, nos encontramos con el primo de los Zepeda, que vive en Chicago, y nos fuimos en coche a su barrio para visitar a toda la famila.







"The L" metro de Chicago




Nos fuimos del barrio al anochecer y volvimos agotados al hotel. Cenamos un poco, estuvimos bastante tiempo en la piscina y nos sacamos un par de fotos por la noche. Después, a la cama a descansar que mañana sería un día ajetreado.

Último día en Chicago:

Para el último día teníamos muy poco tiempo. Había que considerar que el viaje de vuelta eran 6 horas, y que el día siguiente teníamos clases así que como muy tarde sólo nos podíamos quedar hasta las 4 o 5 de la tarde.
Nuestra primera visita fue a la torre Willis, un icono de la ciudad. Actualmente es el segundo edificio más alto de Estados Unidos.
Willis Tower


La espera para ir al observatorio se hace un poco larga (es como si fueras al Empire State de Nueva York) pero finalmente conseguimos llegar.
103 pisos en escasos 60 segundos:













Fallo de la cámara del movil, se ve el paisaje pero no se me ve a mi...






Desde lo alto se pueden ver hasta cuatro Estados distintos: Illinois, Michigan, Indiana y Wisconsin.






Otro fallo de la cámara, ahora se me ve a mí pero no el paisaje

Una de las cosas más famosas del observatorio es el SkyDeck. Un conjunto de paneles de cristal que te dejan "flotando"  y parece que estás caminando por el aire.










Como siempre, para salir del edificio hay que pasar por la tienda de souvenirs, y no podía faltar una foto con el sombrero de Al Capone.

Parece que las alturas agotan y necesitábamos comer algo. Lo mejor para saciar el apetito sin duda un perrito caliente estilo Chicago y una piruleta.


 Después del snack no podíamos perder nada de tiempo y volvimos al Downtown para seguir visitando los lugares más famosos de la ciudad.




Uno de los lugares obligados a visita aquí en Chicago es Millennium Park. Allí visitamos la famosa "The Crown Fountain" lo malo es que el chorro de agua solo esta operativo en verano, o la famosa "The Bean" icono de la ciudad del viento.


Foto de la fuente en verano

























Tocaba hora de marchar y nos encontramos con el restaurante " Bye Bye Chicago"
El tiempo había llegado a su fin y teníamos que coger el coche y marcharnos directos a Medford.
El viaje de vuelta se hizo relativamente corto, fuimos los tres durmiendo casi todo el rato. Pero eso sí, a una hora de llegar, y cuando el hambre más aprieta, tuvimos que hacer una parada obligada: el mejor restaurante del mundo, Texas Roadhouse.



Y aquí termina este viaje tan esperado, no sé si volveré o será la última vez que vaya a Chicago. De todos modos, me ha encantado y no lo olvidaré.




Un Becario por América