Hola a todos, me llamo Daniel y soy uno de los 75 becados por las fundaciones Barrié y Amancio Ortega para cursar un año académico en los Estados Unidos.
Este blog está destinado a compartir todas mis experiencias vividas día a día al otro lado del charco.

"Espero que os guste y que disfrutéis como si lo vivierais vosotros mismos "

viernes, 25 de marzo de 2016

8 meses pasan volando

Hace un siglo que no me paso por el blog, de hecho ni me acordaba de él. Parece que con el tiempo las ganas de escribir se van perdiendo...
El caso, que ahora tengo un ratillo libre, y desde el sofá me apetece escribir un poco. No puedo enrollarme demasiado porque en menos de una hora juega la Universidad de Wisconsin en la March Madness (torneo universitario de baloncesto) e iremos a ver el partido a casa de unos amigos.
Si tuviera que destacar algo ocurrido hasta ahora desde la última entrada sería el tiempo. El tiempo de Wisconsin, que es incluso más raro que en Galicia.
En la última entrada, os había contado que estábamos a veinte grados bajo cero, de media, pues desde esa fecha, el tiempo se ha vuelto loco. La semana pasada estábamos alucinando porque las temperaturas subieron hasta los 5-10 grados y aquello parecía verano... toda la nieve derretida y la gente llevaba pantalones cortos y camisetas de tirantes. Yo nunca pensé que con diez grados pudiera hacer tanto calor. Al final si que va a ser verdad lo de que el frío es psicológico.
La alegría no duró mucho ya que hace dos días anunciaron una tormenta de nieve para toda Wisconsin. La verdad es que las tormentas americanas son potentes, no como las famosas ciclogénesis explosivas españolas.
Resulta que el mismo día que anunciaron la tormenta, a la mañana al entrar en clases hacía calorcillo, y NADA de nieve... y cuando salimos de clases, este era el panorama:

Yo creo que lo peor no era la nieve, si no el frío y el viento que hacía, que nos llevaba por delante, a mí, y a los chavales de 200kg. Parecía un tunel de viento, tanto que dolían los ojos... ahora que lo cuento me río.
Resultado de la tormenta: clases canceladas. Menos mal que en que en casa se está calentito.

Otra novedad es que la temporada de baloncesto ya ha acabado. Ha sido una experiencia increíble sin duda, nada que ver con España. Yo creo que uno de los mejores recuerdos de la temporada va a ser poder ver en la tele en España a un puñado de jugadores contra los que he jugado, jugando en sus respectivas universidades, y quién sabe, igual jugando en la NBA. Eso no tiene precio.
Ahora que baloncesto se ha terminado comienzan los deportes de primavera, y yo me he apuntado a baseball.
No os  voy a engañar, baseball es un deporte muy difícil, sobre todo si no lo has jugado en tu vida... el caso es que ya hemos empezado a entrenar, y he aprendido muchas cosas en muy poco tiempo. Y nos os voy a engañar, no se me da mal. La mejor parte sobre todo es la gorrita y la pintura en los ojos, que pena que no tenga ninguna foto.

Me acabo de acordar ahora que también tenía que contar el tema iglesia: mi experiencia en una iglesia luterana.
Mi vecino y entrenador de baloncesto Mr. Brown, me ofreció ir a la iglesia uno de los domingos. La verdad es que ellos viven la fé a otro nivel.
El caso es que allá fui con ellos, Mr. Brown, la mujer y el hijo pequeño.
El recibimiento en la iglesia fue estelar, la gente empezó a venir a darnos la mano y a ofrecernos café, chocolate o alguna otra cosa de comer. 
La entrada en zona de misa, o como se llame, si que fué un shock total. En medio y medio una pantalla de proyector gigante y en vez de un altar, tenían una banda de rock. Y eso sí, los asientos mulliditos.
Resulta que el pastor era un chico joven de los que jugaba con nosotros por las mañanas al baloncesto. Una vez dado el sermón sobre la cominidad, empieza el show: la banda de rock empieza a tocar, y en la pantalla de proyector se empiezan a ver las letras de las canciones que tocan. Y todo el mundo al unísono empieza a cantar y a bailar. Aquello no tenía otro nombre más que el karaoke más grande que haya visto nunca. Y claro, yo a cantar cómo no!
Estuvimos cantando una hora seguida, y puedo decir que nunca me lo había pasado tan bien en un iglesia.
No pude sacarle ninguna foto a la iglesia así que tuve que buscar una en Google

Luego los Brown me ofrecieron ir a una de las clases que da la iglesia los domingos para los jóvenes (o sea, la versión americana de catecismo) y eso ya no fue tan divertido. La mitad de los comentarios y las lecciones que dieron eran machistas y las mujeres que estaban en la clase no decían ni mu. Para la próxima vez que me inviten a la iglesia  prefiero saltarme la catequesis.

Otra de las cosas que hecho en este tiempo es ir a la radio. La radio del Condado nos invitó a los cuatro alumnos de intercambio a hacer unas entrevistas durante la semana internacional en el instituto. Nos llevaron a la estación de radio durante toda una tarde y la verdad es que me lo pasé muy bien, tanto hablando con los locutores como aprendiendo cómo funcionaba todo el sistema de radio y todos los ordenadores y el software. Incluso nos dejaron poner nuestras canciones en la radio.



Es una pasada pensar que ya llevo 8 meses viviendo en los Estados Unidos, ds ahora cuando me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo. Durante todo el tiempo que he estado aquí he hecho muchísimos amigos que me han acogido como si fuera otro miembro de su familia. Pero la verdad es que ocho meses es bastante tiempo sin ver a tu familia o amigos, y sin lugar a dudas se empieza a echar en falta. Que pena que no pueda estar en dos lugares al mismo tiempo!




Pues eso ha sido hasta ahora, creo que ha sido una muy buena manera de retomar el blog. Con un poco de suerte, igual hago un viajecillo, lo malo es que aún no está confirmado. Si eso fuera posible (y no quiero desvelar nada) la próxima entrada estaría lista muy pronto.
Pero no puedo decir nada, habrá que cruzar los dedos entonces!

Un saludo a todos desde Medford, USA "land of the free and home of the brave"